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Evolución Artística de Van Gogh:
(VI) Etapa en Saint-Rémy

PENSAMIENTO ARTÍSTICO

 Preocupado por su salud, Vincent van Gogh ingresó voluntariamente el día 8 de Mayo de 1889 en el hospital para enfermos mentales de Saint Paul de Mausole, antiguo monasterio del siglo XII, situado en las afueras de Saint Rémy de Provence.

Inicialmente pensaba permanecer en tratamiento unos tres meses, pero las circunstancias le obligaron a continuar ingresado hasta el día 16 de Mayo de 1890. Un año prácticamente aislado de toda influencia artística y rodeado de alienados. Hay que destacar, para demostrar la entereza de Van Gogh, que el artista mantenía su cabeza perfectamente lúcida en los períodos entre ataques, de los que sufrió en Saint Rémy unos cuatro, con una duración acumulada de unos tres meses. Es decir, que durante nueve meses, una persona, con sus facultades mentales correctas, tuvo que vivir rodeado de enfermos mentales. La experiencia debió ser terrible.

No inició, pues, esta etapa con la alegría con que llegó a Arlés, pero sí con una buena predisposición de ánimo. Con el transcurso del tiempo, sus recaídas y la atmósfera deprimente, tanto del edificio como de los enfermos, acabarían imponiéndose.

Su libertad estaba restringida por la disciplina del centro hospitalario, lo que originaba una gran frustración en un artista cuya principal fuente de inspiración era la naturaleza. Las salidas al exterior se realizaban bajo la atenta mirada de un enfermero que le seguía a todas partes, restando intimidad al artista e interrumpiendo su inspiración y concentración, en plena ejecución de sus obras, para poder cumplir con el horario establecido.

Llega un momento en que los aspectos negativos de su internamiento superan a los positivos, y su estancia se hace insoportable. A raíz de una fuerte recaída, se obsesiona con la idea de que su enfermedad es causada por un patógeno existente en el sur, del que se recuperaría marchándose al norte.

Durante esta etapa, la pintura, más que una actividad artística, constituye una terapia ocupacional para evitar caer en la abulia y en la locura de los otros internados. "El gran problema aquí es encontrar ocupación durante todo el día".

Desmoralizado por su enfermedad y sus circunstancias, abandona su lucha por llegar a ser un gran pintor, abandona sus deseos de ganar dinero para devolver a Theo las sumas que le adeuda, y carece de proyecto artístico concreto. Pinta tan solo para entretenerse, para ocupar el tiempo y para mantener la mente en continua actividad.

Liberado de preocupaciones domésticas y de intereses artísticos, pinta con entera soltura, liberando sus sentimientos y dejando fluir mansamente su angustia en sus cuadros, surgiendo así algunas de sus obras más famosas.

La Navidad de 1888, con su primer ataque de enajenación mental y la supuesta agresión a Gauguin, marca un punto de inflexión tanto en la vida como en la obra de Vincent van Gogh. Parece como si la vida del artista tuviese analogía con la de las aves migratorias que, obedeciendo a desconocidos impulsos, levantan un día el vuelo hacia un lugar lejano y desconocido, atraídas y orientadas por una fuerza misteriosa, y, concluida su misión, retornan al punto de partida.

Van Gogh vuela también, al principio erráticamente durante unos años de su vida, hasta que una fuerza desconocida le atrae hacia la pintura. A partir de este momento, su vida sigue un curso que parece trazado por una mano suprema: Holanda-París-Arlés-Saint Rémy y vuelta hacia su país de origen, al que jamás llegaría.

Saint Rémy constituye la curva que tiende a cerrar su ciclo artístico, advirtiéndose en este período una vuelta a sus orígenes, tanto en su deseo de volver al norte como en su obra artística.

En Mayo de 1890 escribiría a Isaacson: "Puedo ver a lo lejos una nueva pintura, pero es demasiado para mí, y, con gusto, vuelvo al norte".

"Mi viaje ha terminado aquí, un viaje que ha sido un naufragio". Se marchó con gusto, pero al mismo tiempo sentía pesar de dejar la Provenza.

 

INFLUENCIAS

El aislamiento a que le somete la vida hospitalaria, lejos de toda influencia artística, produce una sedimentación y una amalgama de todos los conocimientos adquiridos a lo largo de su vida profesional, limando las aristas del Impresionismo, del Divisionismo y del Arte Japonés, volviendo a sobrenadar sobre este caldo de cultivo su propio realismo junto al colorido de Delacroix y el humanismo de Millet. Su preocupación por el hombre, que se aprecia desde sus bocetos en Borinage, continua manifestándose en Saint Rémy: "...La cuestión para mí se presenta así: Quienes son los hombres que viven en los huertos de olivos, naranjos y limones. El campesino de aquí es otra cosa que el habitante de los grandes trigales de Millet".

Su obra es como una película que repite hechos pasados. Surge la influencia de Gauguin en las distintas reproducciones de La Arlesiana (F541; JH1893) o en la pintura de memoria de Recuerdos del Norte (F673; JH1919), surge la influencia japonesa en Ramas de Almendro en Flor (F671; JH1891) o en la exagerada aproximación a los motivos (F601; JH1699), surge la influencia de Millet en la reproducción de temas agrarios (F670; JH1886).

 

TEMAS

 Es admirable la lucha que mantiene Van Gogh en Saint Rémy contra su destino. Cómo moviliza todos sus recursos, toda su imaginación y todos sus sentimientos para vencer las circunstancias adversas que le rodean, y convertirlas en energía que fomenta su creatividad.

Su estancia en esta localidad constituye una experiencia muy dolorosa para el artista, pero muy interesante de analizar por la riqueza de los tumultuosos, confusos y contrapuestos sentimientos que le embargan y que se reflejan en sus obras, constituyendo una etapa expresionista de la misma intensidad que su época holandesa en la que intentaba transmitir la dura realidad de la vida campesina, en tanto que ahora transmite a sus cuadros sus propias vivencias.

La falta de libertad, sus recaídas, sus antiguas ideas religiosas y su sempiterno amor a la naturaleza constituyen la base de sus reacciones.

Falta de Libertad. La carencia de libertad, grave en un pintor que se inspira en la naturaleza, le hacen abordar los temas en función del grado de autonomía con que cuenta en cada momento.

A través de las rejas de la ventana de su cuarto, se contempla un campo sembrado de trigo, cercado por muros de piedra. Al fondo, la silueta ondulada de una pequeña cadena montañosa, Les Alpilles. Este paisaje es repetido en sus cuadros más de dieciséis veces, reflejando los cambios del ciclo de cultivo: siega, recolección, labores de arado, siembra, etc. así como diferentes momentos del día, o de la noche, generalmente amaneceres.(F617; JH1753) (F735; JH1761)

Cuando el grado de libertad se amplía al recinto hospitalario, reproduce rincones del jardín (F579; JH1692), flores (F682; JH1979) , retratos (F629; JH1774), autorretratos (F627; JH1772) o parte de la arquitectura del edificio (F1529; JH1808).

Finalmente, cuando se le permite salir al exterior, reproduce paisajes de montañas (F622; JH1766), olivos (F707; JH1857) y cipreses (F615; JH1755).

Recaídas. La primera recaída en Saint Rémy se produce a mediados de Julio de 1889, cuando llevaba largo tiempo sin ataques, lo que le hacía sentirse lleno de esperanza: "Durante cinco meses mis sufrimientos han descendido, y tengo esperanzas de que hayan desaparecido, o, al menos, de no tener ataques de esa violencia."

La recaída, de unos cuarenta y cinco días de duración, debió dejarle físicamente agotado, y moralmente abatido. Para salir de esta situación, tiene que recurrir a todos sus recursos y, entre ellos al misticismo. Anteriormente nunca había pintado un cuadro religioso, ni sus creencias protestantes se lo permitían, salvo "Naturaleza Muerta con Biblia" (F117; JH946) pintado en Abril de 1885, a raíz de la muerte de su padre. Ahora, recién salido de un largo ataque, algo peor que la propia muerte, pinta, en Septiembre de 1889, dos cuadros de "La Piedad" (F630; JH1775), inspirados en Delacroix, y "Angel" (F624; JH1778), inspirado en Rembrandt.

Tras su cuarto y último ataque, el de mayor duración, dos meses, pinta en mayo de 1890 "La Resurrección de Lázaro" (F677; JH1972) y "El Buen Samaritano" (F633; JH1974).

Constituyen todos estos cuadros metáforas de su dolor y de su soledad, pero también llevan implícitos un mensaje de esperanza. Vincent necesita asirse a algo para salir de la difícil situación en que se encuentra. La religión es una de sus tablas de salvación, pero Van Gogh no es un cristiano beato, no es un cristiano de gestos vacíos, sino un hombre, comprometido con el mensaje de Cristo, que ha cambiado su actividad misionera por una actividad artística, conservando gran parte de los principios básicos del cristianismo como demuestra su preocupación, siempre presente, por los más necesitados.

Tiene, como todo creyente, sus propias ideas de la Deidad, de un Dios Transcendente y Absoluto, que, por supuesto, no son las académicas ni las más ortodoxas. "Eso no me evita tener una terrible necesidad de religión. Entonces salgo afuera en la noche a pintar las estrellas."

Su otra tabla de salvación es la Naturaleza, que magnifica e idealiza, especialmente cuando, en una noche estrellada, eleva los ojos desde la tierra hacia el universo. Entonces la Naturaleza adquiere toda su grandiosidad hasta alcanzar unos niveles en que Deidad y Naturaleza se unen y se confunden dando lugar a una especie de panteísmo.

Resulta curioso destacar que en Diciembre de 1889 criticara a Emil Bernard por su cuadro "La Adoración de los Reyes Magos". En su carta E.B.21 le expondría que para representar un sentimiento de angustia no hace falta recurrir a la iconografía del "Huerto de los Olivos", y que para representar un sentimiento de consuelo y esperanza no es necesario recurrir al "Sermón de la Montaña". Él, para representar ambos sentimientos, lo hace con una iconografía distinta. Así dice representar aflicción en "Jardín del Hospital de Saint Paul" (F660; JH1849); y consuelo y tranquilidad en "Cercado con Trigo Verde a la salida del Sol" (F737; JH1862). En ambos casos intenta transmitir emociones a través de los colores.

Ligado a la naturaleza surgen dos nuevos motivos: Cipreses y Olivos, especialmente el primero, cuyos rasgos identifican inmediatamente al autor.

Cipreses. "Los cipreses me preocupan siempre; quisiera hacer algo como las telas de los girasoles, porque me sorprende que nadie los haya hecho como yo los veo.

En cuanto a línea y proporciones es bello como un obelisco egipcio. Y el verde de una calidad muy distinguida. (F717; JH1756)

Es la mancha negra en un paisaje lleno de sol: pero es una de las notas negras más interesantes, de las más difíciles de captar exactamente, que pueda imaginar."

En Egipto parece ser que la cúspide del obelisco solía estar forrada de oro, lo que la hacía brillar bajo los rayos del sol. Su significación puede estar relacionada con el culto solar.

Olivos. "Mi querido Theo, ¡Si vieses los olivos en esta época¡ (Primavera)... El follaje de plata vieja y plata verdeante contra el azul. Y la tierra labrada, de un tono anaranjado... ¡algo tan fino, tan distinguido¡

... El murmullo de un vergel de olivos tiene algo de muy íntimo, de inmensamente viejo. Es demasiado bello para que yo me atreva a pintarlo, o para concebirlo.

...El olivo es otra cosa; es, si se le quiere comparar a algo, de Delacroix." (587)

Este comentario está escrito en Arlés, donde Vincent no llega a pintar olivos. Es en Saint Rémy donde aborda este motivo. (F707; JH1857) El olivo es un árbol muy rústico, capaz de resistir durante largo tiempo condiciones adversas sin dejar por ello de producir alguna cosecha, y es capaz de volver a recuperarse cuando las condiciones le son más favorables. En este sentido el olivo tiene algo de Van Gogh o Van Gogh tiene algo de olivo.

Es un árbol longevo y de aquí que se le asocie con la sabiduría. Tiene también algo de sagrado, pues desde la antigüedad su aceite ha servido para alumbrar a los dioses en sus templos.

Starry Night. El cuadro que mejor representa el conjunto de todas los elementos descritos hasta ahora es "La Noche Estrellada" (F612; JH1731). En él se contempla de forma gráfica el panteísmo de Van Gogh y su admiración y respeto por la Creación. La naturaleza del planeta tierra se une con la naturaleza inmensa del universo sirviendo de enlace el ciprés que posee el doble carácter de árbol terrenal y divino. Hay un pueblo con pequeñas casas y un grupo de olivos que parecen representar la humildad y pequeñez del hombre y su obra frente a la naturaleza. La pequeñez de la aguja de una torre parece indicar el esfuerzo, aparentemente inútil, de la iglesia oficial de ser mediadora entre Dios y los hombres.

Huida del presente. A veces Vincent se ausenta del presente proyectándose hacia el futuro, soñando volver a su tierra. La añoranza le hacen pintar cuadros de memoria, como los Recuerdos del Norte citados anteriormente.

Otras veces se refugia en el pasado y vuelve a pintar sus propios cuadros, como su "Habitación" (F483; JH1793) o "El Anciano Afligido" (F683; JH1982); o realiza cuadros basados en láminas de sus pintores admirados, como Millet (F668; JH1883), Doré (F669; JH1885), Daumier (F667; JH1884) y Gauguin (F541; JH1893).

Microcosmos. En la búsqueda de nuevos motivos se acerca en unos primeros planos al microcosmos de plantas e insectos (F748; JH2013) para mostrar que la belleza se encuentra tanto en lo infinitamente grande como en lo pequeño. " Si se estudia el arte japonés se ve a un hombre sabio, filósofo e inteligente, que pasa su tiempo estudiando una sola brizna de hierba".

 

TECNICAS

Durante la etapa en Saint Rémy, sus tonos se apagan. Ese colorido, que Van Gogh atribuye al efecto beneficioso del alcohol, disminuye con la abstinencia impuesta en el hospital. "Voy a pintar más gris".

La pincelada sigue siendo pastosa, formando surcos y relieves, pero las formas cambian, se exageran y dramatizan, dando al cuadro un aspecto original y personal. Las líneas, dotadas de gran dinamismo, serpentean y ondulan hasta el punto que algún crítico, obsesionado con la enfermedad de Van Gogh, las llama espirales esquizofrénicas.

Estas líneas se extienden a veces por el cuadro, desde el suelo al cielo, en una madeja continua y sinuosa, integrando todos los elementos del cuadro en un mismo ritmo.

Cabe preguntarse hasta qué punto el olivo pudo ser origen de esas ondulaciones. Los olivos tienen sus viejos troncos retorcidos y nudosos, así como la copa tiene también un contorno ondulante. En aquella época las labores se hacían con tracción animal y ello causaba que el suelo alrededor del tronco quedase más alto que el resto de la superficie, produciendo una ondulación del terreno. (F712; JH1740)

Y así, una idea llamando a otra, pudo el artista fijarse en la línea ondulada de las viejas montañas, y en las ondulaciones de las nubes, concibiendo la línea ondulada como generatriz de todas las formas.

Puede haber otra explicación para este fenómeno. Hay un precedente en el cuadro "Mujeres y Niños Bretones" (F1422; JH1654) de Diciembre de 1888, pintado en Arlés, inspirado por un cuadro de Emil Bernard, donde una línea ondulada se extiende por los tocados, delantales, adornos de los vestidos, formas femeninas, etc. ¿Podrían ser las formas onduladas una deuda con Bernard y Gauguin, interpretada por el genio de Van Gogh?

Volviendo al olivo, las ondulaciones que sirven de fondo al cielo del cuadro "Olivo" (F585; JH1758) parecen el precedente del fondo del famoso autorretrato (F627; JH1773).

José Navarro

Utrera (Sevilla) España, Abril 1999


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