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CUADROS DE TEMAS DIVERSOS

 

RAMAS DE ALMENDRO EN FLOR (I)


Fecha de realización: Febrero 1890
Dimensiones: 73,5 X 92,0 cm.
Materiales: Óleo sobre lienzo
Ubicación: Amsterdam. Van Gogh Museum
Catalogación: F 671; JH 1891.


ANTECEDENTES. Este cuadro fue pintado por Van Gogh para su sobrino Vincent, hijo de su hermano Theo y su esposa Jo, con motivo de su nacimiento.


REFERENCIAS EPISTOLARES.

Carta 855, 627. (1) De Vincent a su madre. 19 de Febrero de 1890. “Estuve pintando desde la mañana a la noche…He pensado muy a menudo en él (su padre) durante estos días…comencé enseguida a hacer un cuadro para él (su sobrino), para que se colgara en su dormitorio (de Theo y Jo). Grandes ramas de almendro en flor contra un cielo azul”.

Carta 856, W 20. De Vincent a su hermana Wil. 19 de Febrero de 1890. “He comenzado a pintar para él, desde hace unos días, un cuadro grande con cielo azul contra el que destacan ramas cubiertas de flores”.

Carta 857, 628. De Vincent a Theo. 17 de Marzo de 1890. “El trabajo iba muy bien, el último cuadro de ramas en flor verás que era quizá el más pacientemente trabajado, lo mejor que yo había hecho, pintado con calma y una gran seguridad de pincelada. Y al día siguiente caí herido como un animal….Te enviaré algunos cuadros pronto”.

Carta 863, 629. De Vincent a Theo. 29 de Abril de 1890. “… Caí enfermo cuando estaba pintando floraciones de almendros. Si hubiese podido seguir trabajando, tú puedes juzgar por ese (cuadro) que yo habría hecho otros de árboles en flor. Ahora la floración de los árboles casi ha terminado, realmente no tengo suerte”.

Carta 867, T33. De Theo a Vincent. 3 de Mayo de 1890. “Tu envío de cuadros ha llegado y hay algunos muy muy hermosos…el grupo de los almendros en flor demuestra que no has agotado estos temas”.

Carta 879, W22. De Vincent a su hermana Wil. 5 de Junio de 1890. “Para el pequeño de Theo y Jo les envié un cuadro más bien grande- que ellos han colgado sobre el piano- flores blancas de almendro- grandes ramas sobre un fondo de cielo azul”.


CIRCUNSTANCIAS PERSONALES DEL PINTOR.

Salud física y mental. Van Gogh se encontraba internado en el hospital psiquiátrico Saint Paul de Mausola, en Saint Rémy, desde el 8 de Mayo de 1889, lleva pues unos diez meses voluntariamente privado de libertad.

Hacia el día 19 o 20 de Enero de 1890, Van Gogh tuvo una recaída de su enfermedad, la tercera que sufre durante su estancia en el hospital, y de la que el día 29 de Enero aún no se había recuperado del todo. El día 31 escribe a Jo, la esposa de Theo, diciéndole que los ataques le dejaban trastornado y desorientado, pero que la calma iba regresando poco a poco.

El día 31 Theo comunica por escrito a Vincent el nacimiento de su hijo. El día 1 de Febrero Vincent recibe la noticia y escribe una larga carta felicitando a su hermano. Es una carta en la que comenta temas muy variados como el artículo que escribió sobre él el crítico de arte Albert Aurier (Les isolés: Vincent van Gogh), las relaciones con Gauguin y Russell, lo que piensa de las copias que ha hecho de los cuadros de Millet... Se deduce de esta carta que se encuentra mentalmente bien, como él mismo dice: “Las buenas noticias que me has dado, el artículo de Aurier y otras muchas cosas más, hacen que me sienta completamente bien hoy”.

El día 2 de Febrero, en una carta a M. Ginoux, el marido de la modelo del cuadro La Arlesiana, también le dice que el ataque ya pasó completamente y que está trabajando como siempre.

El día 10 de Febrero escribe una larguísima carta a Albert Aurier agradeciendo su artículo, y en la que cita a Monticelli, Watteau, Lauzet, Delacroix, a Díaz y Ziem (profesores de Delacroix), a Gauguin, Mauve…compara a Monticelli con Bocaccio, defiende a Meissonier de los ataques del propio Aurier, y termina hablando de los cipreses y de los colores del cuadro que está pintando para Aurier. En esta carta, Van Gogh, no solo demuestra que está completamente recuperado, sino que hace, ante un crítico de arte, una exhibición de sus profundos conocimientos de la pintura y de los pintores.

En la carta a su hermano de 12 de Febrero, dice que su enfermedad le sigue preocupando, y que, aunque últimamente su salud es bastante buena, pasar algún tiempo con Theo le vendría bien para contrarrestar la influencia de los compañeros que allí tiene. (En una carta a Jo, de 9 de Mayo de 1889, cuenta que en el hospital se oyen continuamente gritos y aullidos como los de un zoológico).

Repentinamente, el día 22 de Febrero, al día siguiente de terminar “Ramas de Almendro en Flor”, sufre una recaída fuerte que le duraría unos dos meses. ¿Tendría el nacimiento del niño alguna influencia en ello? Hay que recordar que el mismo día de la boda de Theo en Amsterdam, el 18 de Abril de 1889, y a la que no asistió, Vincent fue presa de otra recaída.

El cuadro fue pintado entre el 1 y 21 de Febrero, en los que Van Gogh está plenamente lúcido. El día 29 de Abril de 1890 Van Gogh envió a su hermano un lote de unos setenta cuadros, entre los que figuraban “Almendro en Flor” y el cuadro para Aurier “Cipreses con dos Mujeres” (F 620; JH 1748)

En estos 21 días ocurrieron hechos que influyeron positiva y negativamente en el ánimo del pintor. (2)

Entre los hechos negativos estaban ese estado latente de preocupación por su salud que no le abandonaría nunca, y el mismo nacimiento de su sobrino, en cuanto que podría suponer un posible empeoramiento de su situación económica, ya que él vivía de la ayuda de su hermano, quien, con unos ingresos limitados, atendía a su madre, a su esposa, a su hijo y a Vincent. Otro hecho es que se siente cansado de estar en Saint Rémy, y comienza a pensar a irse hacia el norte, pero aún no se decide. La decisión la tomaría tras salir de la larga recaída del 22 de Febrero.

Entre los hechos positivos estaban: el nacimiento de su sobrino, al que llamarían Vincent Williem en atención al pintor; el reconocimiento público de su obra por parte de un destacado crítico de arte, Albert Aurier, en las revistas L´Art Moderne de Bruselas y Mercure de France; su participación en la exposición del Grupo de Los XX en Bruselas, donde se produjo la supuesta primera venta de un cuadro suyo, “El Viñedo Rojo” (F 495; JH 1626) por unos 400 francos. (Como comparación, Van Gogh recibía unos 150 francos mensuales de su hermano); y su próxima exposición en el mes de Marzo en el Salón de los Independientes en París.

En resumen puede pensarse que, sobre el trasfondo permanente de su enfermedad y de su situación económica, se encuentra en estos días en un periodo de alegría y cierto optimismo, a lo que contribuye también la llegada de la primavera y la posibilidad de pintar árboles en flor.

Motivación. La floración de los árboles fue unos de sus temas favoritos en el sur de Francia. Pintó unos 17 cuadros con este motivo en la primavera anterior, y pensaba continuar pintando en la presente campaña, pero, como él dice, no tuvo suerte.

El almendro es el primer árbol frutal que florece tras el invierno. Representa el inicio de un nuevo ciclo biológico, el despertar de una nueva vida, por eso Van Gogh lo toma como tema del cuadro que iba a regalar a su sobrino.

Pero hay algo más. La llegada de este niño completa y consolida la familia propia de Theo. Van Gogh, que no se sentía bien acogido en la familia de sus padres, y que echaba de menos tener una propia familia, considera como suya la de su hermano a través del afecto de Theo y de las amables palabras que recibe de su cuñada. Vincent no conoce aun personalmente a Jo ni al niño, y se siente muy conmovido porque le hayan puesto su mismo nombre, aunque afirmó que hubiera preferido que le pusiesen el nombre de su abuelo Theo.

Es muy posible que desde varios meses antes se le avivaran recuerdos del pasado relativos a la familia. En Octubre de 1889 pintó “El Hombre está en el Mar” (F 644; JH 1804), en Enero de 1890 pintó “Los Bebedores” (F 667; JH 1884), y en Febrero de 1890 “Primeros Pasos” (F 668; JH 1883). En todos ellos aparecen niños de la edad que tenía el hijo de Sien cuando Van Gogh vivía con ella.

Van Gogh vivió con la prostituta Clasina Maria Hoornik, conocida con el diminutivo de Sien, desde Enero de 1882 hasta Septiembre de 1883. En Julio de 1882 Sien dio a luz un niño al que le pusieron el nombre de Willem (Van Gogh y su sobrino se llamaban Vincent Willem). Cuando Van Gogh los dejó, el niño tenía 14 meses. Esto es lo más parecido a una familia propia que tuvo el pintor. Hay alguna sospecha, no muy fundada, sobre la paternidad de Vincent.

Son muy emotivos y enternecedores los comentarios que hace Van Gogh de su vida familiar en este periodo. Cómo vivió el embarazo y el parto de Sien, cómo preparó la casa y la cuna para que pareciese un hogar, cómo cuenta algunas escenas hogareñas: “Cuando estoy con ellos y la criatura viene hacia mí gateando, gritando de contento….” “Cuántas veces me ha consolado este niño… cuando estoy en casa no me deja un solo momento, cuando estoy trabajando, me tira de la blusa o trepa por mis piernas hasta que lo pongo en mi regazo…el niño está siempre feliz…va a ser más listo que yo”.

Tres meses después de dejar a Sien y sus hijos, escribió: “El destino de la mujer, y el destino de mi pobre y querido pequeño… me cortan en pedazos el corazón”.

Parece lógico pensar que, cuando estaba pintando este cuadro para su sobrino, le viniesen recuerdos del bebé Willem, de ahí que, en el cuadro “Ramas de Almendros en Flor”, no solo hay una explosión de alegría, sino puede que haya también un oculto fondo de melancolía que se manifiesta en el uso de los colores. El cuadro está realizado con colores fríos y en casi total ausencia de colores cálidos. La alegría de este cuadro no es la que se aprecia en los cuadros de Arlés.


ANÁLISIS DEL CUADRO

Las flores blancas, algunas con un delicado toque rosado, y el verde y gris de las ramas, hacen un bello contraste con un cielo azul y celeste. La luz parece irradiar del centro del cuadro.

Los ojos del pintor se encuentran aproximadamente a la altura de la flor que tapa el cruce de las ramas central y derecha. (Fig. 1, nº 2 y 3). La visual del artista es de abajo hacia arriba. El cuadro tiene 90 cm. de ancho, es decir, el tamaño de una cama individual. Es posible que deseara que fuese situado en la cabecera de la cama del niño. Un pequeño, puesto de pie en la cama, agarrado al cabecero, podría pensar que estaba subiéndose a un árbol.

El cuadro no fue colgado en el dormitorio de los padres, como había escrito Van Gogh a su madre, porque ya había otro en su lugar (F405; JH 1394). En su visita al domicilio de Theo en Paris lo vio colocado sobre el piano. Quien se sentase al piano podría ver el cuadro desde la posición adecuada.

La obra está claramente influida por la pintura japonesa. Es una pintura que se caracteriza por su gran sensibilidad y respeto ante la naturaleza, la inexistencia de sombras, el enfoque asimétrico del motivo, colores planos, falta de perspectiva geométrica y la impregnación de una cierta espiritualidad. A pesar de la falta de perspectiva, fijándose con atención puede apreciarse el volumen del árbol, el hueco que dejan las ramas entre sí.

El cielo, elaborado con pinceladas planas de distintas anchuras y direcciones, se realizó después de pintado el tema principal, rellenando el espacio entre las ramas.

El dibujo está hecho con sumo detalle: aparecen yemas de madera y de flor, yemas muertas, botones florales en distinto grado de evolución,, elementos fructíferos como ramilletes de mayo o ramos mixtos, chancros en la madera… con razón dice el pintor que lo ha hecho pacientemente, con calma y con gran seguridad en la pincelada; lo mejor que había hecho.

Efectivamente, en este cuadro Van Gogh concentra toda su experiencia y todos sus conocimientos: la obra tiene la minuciosidad en los detalles de la pintura de los bodegones flamencos, el naturalismo de las escuelas de Barbizón y La Haya con su pintura al aire libre, la luminosidad de los impresionistas, las líneas oscuras que siluetean el dibujo recuerdan el cloisonismo de sus amigos Bernard y Gauguin de la escuela de Pont-Aven, y, finalmente, está presente también el simbolismo de su imaginación creativa y su mensaje críptico. Pero, sobre todo, el cuadro estuvo realizado no solo con una gran profesionalidad, sino con mucho amor y con mucho sentimiento.


SIMBOLISMO.

El cuadro expresa un momento vivencial de alegría y melancolía en el que se unen al mismo tiempo un presente feliz, el nacimiento de su sobrino; un pasado melancólico, el recuerdo de Willem, a veces muy triste, como el recuerdo de su padre que murió en un momento de desencuentro con su hijo; y un futuro profesional incierto pero que parece que empieza a dar señales de mejoría.

Decía John Rewald, en su obra El Postimpresionismo que “Van Gogh era casi siempre un simbolista que siente la necesidad constante de recubrir sus ideas con envolturas materiales. Por debajo de esa materia subyace, para quien quiera encontrarlo, un pensamiento, una idea, y esta idea es el sustrato esencial de la obra. Van Gogh no es solo un pintor, sino un soñador que vive de ideas y de sueños”.

Antes de que el lector continúe, debe saber que lo que a continuación se expone no pretende ser ni una especulación filosófica, ni una proyección personal de las muchas que la mitología crea alrededor de este artista, Lo que el autor de este artículo se atreve a exponer no tiene más valor que el de ser ideas personales surgidas de la lectura de las cartas y de la interpretación de las obras realizadas por Van Gogh,

Bajo una escena primaveral que representa el principio de la nueva vida de su sobrino y de una posible nueva vida para su futuro artístico, la idea esencial que subyace en el pintor, y que transmite a la obra, es aquello que siempre deseó y nunca tuvo: la familia. En este sentido el cuadro es como una fotografía familiar.

El conjunto está constituido por cuatro ramas principales (Véase fig. nº 1). Tres de ellas salen del borde inferior, y la cuarta surge de la parte superior derecha.

Hay una rama (1), la más gruesa e importante del árbol, que sale en diagonal y llega con sus abundantes brotes hasta el ángulo superior izquierdo del cuadro. Ocupa prácticamente toda la mitad izquierda de la obra. Representa a Theo, la parte más sólida del conjunto familiar, y su floración abundante hace referencia a sus éxitos profesionales como marchante de cuadros de una empresa multinacional. Es quien sostiene a la familia y, económica y moralmente, la labor artística de Vincent. No obstante su vigor, presenta yemas y ramillas secas, como aludiendo a sus problemas de salud.

En el centro del cuadro hay una rama (2) vertical que representaría a Jo, la esposa de Theo. Es una rama joven, sana y productiva. Tiene aún muchas yemas de flor por abrir que suponen una abundante promesa de futuro. La floración de esta rama representaría al Vincent Willem recién nacido.

La tercera rama (3) se curva hacia la derecha y, tras el cruce con la rama anterior- tapada con una flor- se bifurca:

La bifurcación superior (3a) es una rama envejecida pero muy llena de botones florales en estados atrasados de desarrollo. Tan solo una o dos flores están abriendo sus pétalos. Podría ser Van Gogh, con todos sus achaques y sufrimientos, con su arte aún por reconocer y sus cuadros aún por descubrir. Las flores más desarrolladas podrían representar las buenas noticias que sobre su arte había recibido el artista.

La bifurcación inferior (3b) es una rama envejecida y poco fructífera que ha sido tronchada y desgajada. Es Sien, ajada y avejentada por una vida de privaciones, con la que Vincent tuvo una relación que fue tronchada y desgajada, por muchas circunstancias, entre ellas las presiones de Theo. También esa rama tronchada y seca pudiera representar el hermano homónimo de Vincent, el que nació y murió justo un año antes de que naciera el pintor, y a quien algunos psicólogos consideran como algo que influyó mucho en el extraño carácter de Vincent.

Figura nº 1

De la rama de Sien cuelga un pequeño brote con botones de flor aún sin abrir (4). Es Willem, el hijo de Sien, al que Van Gogh tanto quiso, y que aparece como desapercibido, casi oculto en un rincón del cuadro, sin florecer, como si no se atreviese a llamar la atención, por encontrarse incómodo, como intruso en un cuadro familiar ajeno.

La cuarta rama (5) se sitúa horizontalmente en la parte superior del cuadro, ocupando casi las tres cuartas partes de su anchura, colgando sobre las otras ramas pero casi sin tocarlas. Representa a Theodorus, el padre del pintor. Es una rama vieja, enferma con chancros, pero muy productiva. La abundancia de elementos fructíferos representa los éxitos profesionales que le atribuye el pintor a su padre, así como su fecundidad al tener una amplia familia.

Las tres primeras ramas se cruzan entre sí en la base, como indicando la unión afectiva entre las personas que representan (Vincent-Theo-Jo), al mismo tiempo que la cuarta rama, aun reconociendo su valor, Vincent la pinta alejada como indicando el distanciamiento que mantuvo en vida de su padre.


ANÁLISIS AGRONÓMICO. En un próximo artículo, se expondrá el análisis agronómico del cuadro, en el que se muestran unos rasgos que hacen a esta obra única en toda la historia de la pintura y pionera en ciertos aspectos agronómicos.

José Navarro

Utrera (Sevilla) España. Abril de 2013

Notas.

  1. 855, numeración de las cartas según la edición de 2009
    627, numeración según la edición de 1991
  2. Para más información véanse los artículos “Vincent van Gogh y el grupo de los XX”, de Agosto de 2000, y “Un mes en la vida de Van Gogh: Febrero de 1890” de Noviembre de 1998.

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