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Influencias literarias en Van Gogh. I: Influencia de la Biblia como obra literaria.

De Pablo Maroto Ripoll


Más allá de cuestionarnos cómo era la relación del pintor con Dios, nos interesa analizar la Biblia como obra literaria y cómo esta influye en las cartas que escribe y en los cuadros que pinta. Así pues, se examina aquí la Biblia como un libro más del que toma breves citas y pasajes completos, como otro objeto que añadir a la naturaleza muerta y como una obra que le absorbe y le obsesiona, que relee y estudia.

La Biblia es probablemente la obra más importante en la vida del autor entre 1875 y 1880, según lo reflejan las cartas. Después, las novelas inglesas y francesas ocuparán ese lugar. Por ejemplo, en 1877 la Biblia aparece mencionada en una veintena de ocasiones, mientras que entre 1885 y 1889 tan solo encontramos cinco referencias a esta obra.

En la carta 38, que envía a su hermano el 15 de julio de 1875, menciona en las mismas seis líneas su deseo de leer al poeta romántico Friedrich Rückert y la intención de enviar a Theo una Biblia en francés y La imitación de Cristo de Tomás de Kempis, y afirma que este último es el libro que incluye Philippe de Champaigne en su cuadro de 1662 conocido como Dos monjas (1875a), aunque, según apuntan Ingo F. Walther y Rainer Metzger en su libro Van Gogh. La obra completa (2015: 50), realmente no hay pruebas para corroborarlo y seguramente el pintor simplemente está asociando hechos que le gustan. Así pues, resulta notable su gusto por la poesía, por la Biblia, por el canónigo Tomás de Kempis y por las relaciones interartísticas que se establecen entre la Literatura y la Pintura. Nueve días después, junto con la carta 39, envía esos dos libros a su hermano y continúa leyendo la Biblia, así como otras obras.

Sin embargo, en septiembre de 1875 Van Gogh decide aferrarse solamente a la Biblia y a la obra de Tomás de Kempis, y deshacerse de todo lo demás. Además, desea que Theo haga lo propio y así se lo pide en la carta 46, enviada el noveno día de septiembre de 1875: «me gustaría sugerirte algo, Theo, que quizás te sorprenda: No leas más Michelet ni ningún otro libro (excepto la Biblia) hasta que nos volvamos a ver en Navidad […]. Creo que no te arrepentirás, te sentirás mucho más libre tan pronto como hayas comenzado este régimen» (1875c). Dos semanas después, escribe así en una quincuagésima carta en la que se vislumbra un incremento de la influencia bíblica (1875d): «Me voy a deshacer de todos mis libros de Michelet &c. &c., tú también deberías». Según apunta sobre esta carta The Letters Project, liderado por Chris Stolwijk, especialista en Vincent van Gogh y director del RKD ?el Rijksbureau voor Kunsthistorische Documentatie, conocido también como Instituto Holandés de Historia del Arte, el centro de historia del arte más grande del mundo?, el pintor quiere que su hermano lleve a cabo la misma labor que la protagonista de El molino a orillas del Floss, esto es, desprenderse de todos los libros menos de la Biblia y La imitación de Cristo. Sabemos que Van Gogh lee esta novela de George Eliot y, por tanto, no resulta aventurado defender que el neerlandés toma la decisión de deshacerse de todos sus libros, excepto de la Biblia y La imitación de Cristo, tras leer esta obra de la escritora inglesa.

En octubre de 1875, Van Gogh lee la Biblia por las noches en voz alta, según comenta en la carta 55, enviada a Theo el día 11 de ese mes (1875e). No obstante, transcurren diez meses hasta la siguiente mención, en la carta 88 (1876a). Esta misiva, enviada el 18 de agosto de 1876, está cargada de referencias al Libro de Eclesiastés, versículos de Mateo, Corintios y el Padrenuestro, seguramente influidas por la muerte de una niña a la que hace referencia Van Gogh al comienzo de la epístola. Después, a partir de 1877, las alusiones a la Biblia se convierten en una constante, pues viaja a Ámsterdam para estudiar teología, y es en la carta que envía a Theo a finales de mayo cuando escribe que ha comenzado a estudiar la Biblia por las noches o pronto por las mañanas (1877b). De esta forma, se entiende que antes leía y releía la Biblia por gusto como lector común, pero a partir de la carta 115 comienza a hacerlo como un lector especializado. Esta lectura de índole más propagandística resulta visible en cartas como la 117 (1877c), la 120 (1877d) y la 124 (1877e), repletas de referencias a su propia lectura de la Biblia y a otras lecturas que realiza. Además, con el objetivo de comprender mejor la Biblia, asiste durante varios meses a clases de latín y griego.

Más tarde, en 1879, viaja a Borinage, una localidad belga cercana a la frontera francesa. Su labor ahí es dar clases de la Biblia, instruir a los niños y visitar a los enfermos. Ya en noviembre de 1878 manifiesta a su hermano en la carta 148 su deseo de ser evangelista en una población minera, pues considera que quienes más necesitan esa luz que otorga la Biblia son las personas que viven en la oscuridad, esto es, los mineros:

 

La experiencia nos ha enseñado que los que trabajan en la oscuridad, en el corazón de la tierra como los mineros en las minas de carbón negro, entre otros, se conmueven mucho con el mensaje del evangelio y también lo creen. En el sur de Bélgica, en Hainaut, desde la zona de Mons hasta las fronteras francesas y aun extendiéndose mucho más allá de ellos, hay una región llamada Borinage, donde hay una de esas poblaciones de trabajadores que trabajan en las muchas minas de carbón. Encontré esto y otras cosas sobre ellos en un libro de geografía (1878b).

 

Así pues, tras ser rechazado en una población minera de Inglaterra, llega a las minas de carbón de Borinage con la intención de predicar la Biblia. Sin embargo, será en este municipio donde el pintor pierda la obsesión por la Biblia como obra literaria e, incluso, la fe cristiana como antes la concebía. A partir de 1880, Van Gogh continúa leyendo la Biblia, pero lo hace de una forma diferente. Ya no reniega de Michelet para enaltecer la Biblia, sino, de hecho, todo lo contrario:

 

Bueno, sin embargo, creo que te beneficiarás mucho más de la relectura de Michelet que de la Biblia. Y por lo que a mí respecta, no prescindiría de Michelet por nada del mundo.

De todos modos, la Biblia es eterna y sempiterna, pero Michelet da sugerencias tan extremadamente prácticas y claras, inmediatamente aplicables a esta vida moderna acelerada y agitada en la que tú y yo nos encontramos, que nos hace progresar rápidamente y podemos hacerlo sin él. […] Tomemos a Michelet y Beecher Stowe, no dicen “el evangelio ya no es válido”, pero nos ayudan a entender cuán aplicable es en este día y época (1881d).

 

De esta manera, por influencia de otros autores como el ya mentado Jules Michelet o la escritora estadounidense Beecher Stowe, cambia o, mejor dicho, actualiza su forma de entender la Biblia. Cuatro cartas más tarde, comenta a Theo que en ocasiones lee la Biblia, pero que lo hace como una obra literaria más y que en ella observa cosas completamente diferentes a las que entiende su padre, un pastor firme en sus ideas. En este sentido, Van Gogh desearía una Biblia que evolucionase y se adaptase a las nuevas sensibilidades modernas, y por eso discrepa de lo que hace con esta obra su padre «en su mezquina manera académica» (1881e).

Esta idea de contraste entre la antigüedad y la modernidad queda plasmada en Naturaleza muerta con Biblia (Imagen 1), un cuadro que representa una gran Biblia y un pequeño libro amarillo, La alegría de vivir de Zola. En Vicent van Gogh (1972), el crítico Pierre Leprohon explica que el neerlandés representa la Biblia abierta por el capítulo 53 del libro de Isaías debido al tratamiento en él de la infancia, pues el pintor buscaba contraponer la Biblia perteneciente a su padre ?fallecido apenas unos meses antes? con las lecciones modernas que aporta la novela de Zola. Además, José Navarro en su artículo “INFLUENCIAS. I. Influencia de la Literatura en la vida y obra de Van Gogh” (2000d) apunta que «Biblia» y «Zola» son los dos conceptos literarios más repetidos en las cartas, con 98 y 91 menciones, respectivamente.

 

Imagen 1: Van Gogh, Naturaleza muerta con Biblia (1885)

 

 

Esta obra pictórica es el primer cuadro de temática bíblica, pero en diciembre de 1882 Van Gogh ya había realizado al menos dos dibujos influenciados por la Biblia. Estos son creados para expresar «el estado de ánimo especial durante la Navidad y el fin de año» (1882m). Uno de ellos representa un hombre leyendo la obra literaria aquí analizada: «Ahora tengo dos dibujos más: uno es un hombre que lee la Biblia» (Imagen 2), y en el otro se observa a «un hombre que dice sus oraciones antes de la comida del mediodía, que está sobre la mesa» (Imagen 3).

 

Imagen 2: Van Gogh, Hombre leyendo de pie (1882)

Imagen 3: Van Gogh, La oración antes de la comida (1882)

 

 

En 1887, año y medio después de pintar el bodegón «de una sola vez, en un solo día» (1885e), Vincent manifiesta la tranquilidad que le aporta la Biblia y plasma por escrito esa idea de contraste entre el pasado y la época a la que pertenece el pintor:

 

Por mi parte, siempre me alegro de haber leído la Biblia mejor que mucha gente hoy en día, simplemente porque me da cierta paz que haya habido ideas tan elevadas en el pasado. Pero precisamente porque creo que lo viejo es bueno, encuentro lo nuevo tanto más. Tanto más cuanto que podemos actuar nosotros mismos en nuestra propia época, y tanto el pasado como el futuro nos afectan sólo indirectamente (1887).

 

 

La Biblia continúa siendo un tema importante en la vida de Van Gogh hasta que en 1889 se convierte en un tema pictórico. Aparte del ya mentado Naturaleza muerta con Biblia, Vincent tan solo pintará cinco cuadros bíblicos en su vida: cuatro en septiembre de 1889 y uno en mayo de 1890, todos ellos copias de otras obras. Según explica José Navarro en “Cuadros de temas religiosos (IV). Ángel”, Van Gogh realiza estas copias al final de su vida como terapia para evitar el esfuerzo mental de la creación, como evasión y consuelo, y por su propio placer (Navarro, 2000c) y, en “Cuadros de temas religiosos (II). Religión y pintura”, el experto en el pintor neerlandés defiende que «los motivos por los que Van Gogh no realiza más cuadros de temas religiosos no tienen ninguna relación con sus creencias, sino con criterios de ética y técnicas pictóricas» (Navarro, 2000b).

De entre las referencias epistolares que encontramos a estos cuadros realizados en el hospital psiquiátrico de Saint-Rémy cabe destacar cómo se interesa por el momento personal de Rembrandt al pintar el original de su Copia de Ángel de Rembrandt (Imagen 4): «Gracias una vez más por el hermoso grabado de Rembrandt. Me hubiese gustado conocer el cuadro y saber en qué período de su vida lo pintó» (Van Gogh, 1889o) y cómo relaciona su Copia de la Pietá de Delacroix (Imagen 5) con la literatura de los hermanos Goncourt: «Esta pequeña copia no tiene el menor valor, pero, no obstante, puedes ver que Delacroix no pinta las Dolorosas a la manera de las estatuas romanas, sino que hay en su semblante blanco-grisáceo el vago aspecto de una persona agotada por la ansiedad, las lágrimas y la vigilia, más bien a la manera de Germinie Lacerteux» (Van Gogh, 1889q). Más tarde realiza una segunda versión de esta copia (Imagen 6), así como la Copia de El buen samaritano de Delacroix (Imagen 7) y la Copia de La Resurrección de Lázaro de Rembrandt (Imagen 8).

Además, resulta interesante la intención que plasma Van Gogh de representar santos y santas como personas de otra época, quizá como campesinos, influido por Zola, o como habitantes de alguna novela de Dickens: «si yo hubiese tenido fuerzas para continuar, hubiera hecho retratos de santos y santas de la vida real que hubieran parecido que pertenecían a otra época, y ellas hubieran sido mujeres de clase media de hoy, y, aun así, hubieran tenido algo en común con los cristianos primitivos» (1889p). No obstante, jamás llevaría a cabo esta idea, como tampoco realizaría antes de morir esa librería que imagina en la carta 823, dos meses después: «todavía tengo en mi corazón pintar una librería un día con el escaparate amarillo-rosa, por la noche, y los transeúntes negros. Es un tema tan esencialmente moderno» (1889r).

 

 

 

Imagen 4: Van Gogh, Copia de Ángel de Rembrandt (1889)

Imagen 5: Van Gogh, Copia de la Pietá de Delacroix (1889)

Imagen 6: Van Gogh, Copia de la Pietá de Delacroix (segunda versión) (1889)

Imagen 7: Van Gogh, Copia de El buen samaritano (1889)

Imagen 8: Van Gogh, Copia de La Resurrección de Lázaro de Rembrandt (1890)

 

 

 

 

 

 

Bibliografía:

LEPROHON, P. (1972). Vicent van Gogh. Trad. de Francesc Sales. Barcelona: Ediciones Folio ABC.

NAVARRO, J. (2000b). Cuadros de temas religiosos (II). Religión y pintura. The Vincent van Gogh Gallery: <http://www.vggallery.com/visitors/major/navarro/27.htm> [cons. 08/02/23].

NAVARRO, J. (2000c). Cuadros de temas religiosos (IV). Ángel. The Vincent van Gogh Gallery: <http://www.vggallery.com/visitors/major/navarro/29.htm> [cons. 08/02/23].

NAVARRO, J. (2000d). I. Influencia de la Literatura en la vida y obra de Van Gogh. The Vincent van Gogh Gallery: <http://www.vggallery.com/visitors/major/navarro/37.htm > [cons. 21/03/23].

VAN GOGH, V. (1875a). “Carta Nº 38, a Theo”, en Van Gogh Museum, Amsterdam, <https://vangoghletters.org/vg/letters/let038/letter.html> [cons. 9/11/22].

VAN GOGH, V. (1875c). “Carta Nº 46, a Theo”, en Van Gogh Museum, Amsterdam, <https://vangoghletters.org/vg/letters/let046/letter.html> [cons. 9/11/22].

VAN GOGH, V. (1875d). “Carta Nº 50, a Theo”, en Van Gogh Museum, Amsterdam, <https://vangoghletters.org/vg/letters/let050/letter.html> [cons. 3/11/22].

VAN GOGH, V. (1875e). “Carta Nº 55, a Theo”, en Van Gogh Museum, Amsterdam, <https://vangoghletters.org/vg/letters/let055/letter.html> [cons. 9/11/22].

VAN GOGH, V. (1876a). “Carta Nº 88, a Theo”, en Van Gogh Museum, Amsterdam, <https://vangoghletters.org/vg/letters/let088/letter.html> [cons. 9/11/22].

VAN GOGH, V. (1877b). “Carta Nº 115, a Theo”, en Van Gogh Museum, Amsterdam, <https://vangoghletters.org/vg/letters/let115/letter.html> [cons. 8/01/23].

VAN GOGH, V. (1877c). “Carta Nº 117, a Theo”, en Van Gogh Museum, Amsterdam, <https://vangoghletters.org/vg/letters/let117/letter.html> [cons. 9/11/22].

VAN GOGH, V. (1877d). “Carta Nº 120, a Theo”, en Van Gogh Museum, Amsterdam, <https://vangoghletters.org/vg/letters/let120/letter.html> [cons. 9/11/22].

VAN GOGH, V. (1877e). “Carta Nº 124, a Theo”, en Van Gogh Museum, Amsterdam, <https://vangoghletters.org/vg/letters/let124/letter.html> [cons. 9/11/22].

VAN GOGH, V. (1878b). “Carta Nº 148, a Theo”, en Van Gogh Museum, Amsterdam, <https://vangoghletters.org/vg/letters/let148/letter.html> [cons. 9/11/22].

VAN GOGH, V. (1881d). “Carta Nº 189, a Theo”, en Van Gogh Museum, Amsterdam, <https://vangoghletters.org/vg/letters/let189/letter.html> [cons. 28/10/22].

VAN GOGH, V. (1881e). “Carta Nº 193, a Theo”, en Van Gogh Museum, Amsterdam, <https://vangoghletters.org/vg/letters/let193/letter.html> [cons. 6/11/22].

VAN GOGH, V. (1882m). “Carta Nº 294, a Theo”, en Van Gogh Museum, Amsterdam, <https://vangoghletters.org/vg/letters/let293/letter.html> [cons. 10/02/23].

VAN GOGH, V. (1885e). “Carta Nº 537, a Theo”, en Van Gogh Museum, Amsterdam, <https://vangoghletters.org/vg/letters/let537/letter.html> [cons. 3/11/22].

VAN GOGH, V. (1887). “Carta Nº 574, a Willemien”, en Van Gogh Museum, Amsterdam, <https://vangoghletters.org/vg/letters/let574/letter.html> [cons. 28/10/22].

VAN GOGH, V. (1889o). “Carta Nº 798, a Theo”, en Van Gogh Museum, Amsterdam, <https://vangoghletters.org/vg/letters/let798/letter.html> [cons. 10/11/22].

VAN GOGH, V. (1889p). “Carta Nº 801, a Theo”, en Van Gogh Museum, Amsterdam, <https://vangoghletters.org/vg/letters/let801/letter.html> [cons. 9/2/23].

VAN GOGH, V. (1889q). “Carta Nº 804, a Willemien”, en Van Gogh Museum, Amsterdam, <https://vangoghletters.org/vg/letters/let804/letter.html> [cons. 9/2/23].

VAN GOGH, V. (1889r). “Carta Nº 823, a Theo”, en Van Gogh Museum, Amsterdam, <https://vangoghletters.org/vg/letters/let823/letter.html> [cons. 16/2/23].

WALTHER. I. F.; R. METZGER (2015). Van Gogh. La obra completa. Taschen. Bibliotheca Universalis.


Extraído de “La influencia de la Literatura en la Pintura: análisis comparativo de la experiencia literaria y de la obra pictórica de Vincent van Gogh” por Pablo Maroto



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