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COMENTARIOS A LAS OBRAS DE VAN GOGH

 

LAS NOCHES ESTRELLADAS DE LA PROVENZA

(IV)

NOCHE ESTRELLADA (STARRY NIGHT)

 

Fecha de realización: Junio de 1889

Dimensiones: 73.7 x 92.1 cms.

Materiales: Oleo sobre lienzo.

Ubicación: Nueva York, The Museum of Modern Art

Catalogación: F612; JH1573

 

REFERENCIAS EPISTOLARES.

En la carta 595 de 19 de Junio de 1889, Van Gogh se refiere a este cuadro en los siguientes términos:

"En fin, tengo un paisaje con olivos (F712; JH1740) y también un nuevo estudio de cielo estrellado.

Aún sin haber visto las últimas telas, ni de Gauguin ni de Bernard, estoy bastante persuadido de que estos dos estudios que te cito son de un sentimiento paralelo.

Cuando hayas visto estos dos estudios durante algún tiempo... mejor que con palabras podré quizá darte una idea de las cosas de las que Gauguin, Bernard y yo hemos hablado algunas veces y que nos han preocupado; no es una vuelta al romanticismo y a las ideas religiosas, no.

Gauguin, Bernard y yo... estamos para consolar o para preparar una pintura más consoladora".

En la carta 607 de 19 de Septiembre de 1889 diría a su hermano:

"Estoy asombrado de que un hombre con ideas modernas como las que tengo yo, admirador de Zola y de Goncourt, y dedicado al arte, tenga ataques como los que pudiera tener una persona supersticiosa, y que yo tenga ideas pervertidas y espantosas sobre la religión, como nunca pasó por mi cabeza en el Norte.

En el supuesto de que sea muy susceptible al entorno, la ya prolongada estancia en estos viejos claustros del Hospital de Arlés y de aquí sería suficiente para explicar estos ataques..."

Y, en el caso de que tuviera que ir a otro sitio " debes saber que tengo serias razones para ir a un sitio no dirigido, como este, por monjas, no importa lo buenas que puedan ser".

Van Gogh no tiene prisa por irse " pero si tengo otros ataques de exaltación religiosa de nuevo, entonces no te retrases, me gustaría irme enseguida sin dar explicaciones... No nos está permitido, o al menos sería indiscreto, entrometerse en la administración de las monjas o criticarlas. Ellas tienen sus propias creencias y sus propias formas de hacer el bien a los demás, y, a veces, lo hacen muy bien".

En la misma carta se refiere a este cuadro como "exageraciones desde el punto de vista de la disposición, sus líneas están retorcidas como en un antiguo grabado en madera".

En la carta 608 de 28 de Septiembre informa a su hermano de un nuevo envío de cuadros, del que, por razones de ahorro de gastos, ha dejado de enviar tres, entre ellos "Night Effect".

En la carta T19 de 21 de Octubre de 1889, Theo parece que no acepta muy bien este cuadro: Entiendo muy bien lo que te preocupa en tus nuevos cuadros como el del pueblo a la luz de la luna, pero creo que la búsqueda de un estilo es perjudicial para los verdaderos sentimientos de las cosas. En el último envío de Gauguin hay las mismas preocupaciones que las tuyas, pero en él hay reminiscencias de arte egipcio, japonés, etc. En lo que a mí respecta, prefiero una mujer bretona de campo, a una mujer bretona con gestos de japonesa, pero el arte no tiene límites, y a cada uno le está permitido hacer lo que debe hacer. Guillomin estuvo en Auberge y trajo algunos buenos cuadros de allí... el se contenta con lo que sabe, y uno siempre encuentra el mismo rosa, naranja o azul-violeta, pero su pincelada es vigorosa y su visión de la naturaleza es ciertamente amplia".

FECHAS DE REALIZACION.

El día 19 de Junio Vincent comunica a su hermano que el cuadro está terminado. En razón de su rendimiento medio en Saint Rémy, y del tamaño del cuadro, puede estimarse que pudo emplear en su ejecución el equivalente a tres jornadas de trabajo. Dando otros tres días de margen, se puede estimar que pudo ser realizado entre el 14 y el 19 de Junio.

Según Albert Boime y los astrónomos que le asesoraron, hacia el 19 de Junio los astros tenían una disposición en el cielo análoga a la que aparece en el cuadro. Este hecho ha sido constatado también por otros dos astrónomos, uno francés y otro italiano.

Las cuatro de la mañana es una hora en que se estima que Van Gogh estaba trabajando en este cuadro. En la carta 593 de 2 de Junio, dice: "Esta mañana he visto la campiña desde mi ventana durante largo tiempo, antes de la salida del sol; no había más que la estrella matutina, que parecía muy grande. Daubigny y Rousseau han hecho esto también, expresando todo lo que ello tiene de intimidad, todo lo que tiene de paz y majestad, pero al mismo tiempo añadiendo un sentimiento de soledad e infelicidad".

Parte de lo reseñado anteriormente puede ser confirmado por los datos que suministra el Observatorio de Griffith, que, para el día 19 de junio de 1889 afirma que:

Un detalle más del realismo y veracidad de las cartas de Van Gogh. En la carta 593 antes citada, decía que en el cielo "no había más que la estrella matutina". Naturalmente se refiere al planeta Venus. Pues bien, ese día la luna salió a las 7.54 de la mañana y se ocultó a las 23.28, por lo tanto la luna no estaba visible en el firmamento a la hora citada por Van Gogh, y la luz del amanecer que aparecía a las 4.27 de la mañana impedía la visión de todas las estrellas con intensidad luminosa inferior a la de Venus. Por tanto en el cielo solo se podía ver la estrella matutina.

 

DESCRIPCION DEL CUADRO.

INTRODUCCIÓN. Van Gogh no concedió mucha importancia a este cuadro, al que tan solo cita en tres de sus cartas y Theo solo en una. Como ejemplo de esta escasa valoración pueden citarse dos hechos:

Ello no impide que esta obra sea la más conocida, comentada y controvertida de todas las realizadas por Vincent van Gogh.

DESCRIPCIÓN OBJETIVA. El cuadro es uno de los muchos que Van Gogh pintó desde la ventana de su celda. Hay en él partes que corresponden a una realidad como el paisaje ondulado de los montes Les Alpilles y las plantaciones de olivos, así como la situación de los astros en el cielo, donde quedan perfectamente reflejados la constelación de Aries, la Luna y Venus.

Es imaginario el pueblo que el artista sitúa sobre el lugar donde solo existen algunas casas de campo aisladas.

Son reales, pero desplazados de lugar, dos elementos que juegan un papel importante en la interpretación del cuadro: el ciprés, que es tomado de los árboles que rodeaban el monasterio y, si bien no coincidían con su ventana, él podía verlos lateralmente, y en primer plano, con una perspectiva similar a la que aparece en el cuadro, donde solo se aprecia la parte alta del árbol ya que la habitación del pintor se encontraba en una planta alta; y la iglesia que, según Boime, se trata de Saint Martín, situada al Norte del hospital, y no al Este como lo pinta Van Gogh.

Los astros se encuentran magnificados por una serie de círculos concéntricos que pueden representar su luminosidad así como sus movimientos giratorios en su desplazamiento por el espacio.

Unas ondulaciones atraviesan el cielo de izquierda a derecha que representan la Via Láctea y la forma en espiral de las galaxias, hecho que hacía relativamente poco tiempo que había sido descubierto por algunos astrónomos.

Paralelo a las ondulaciones del terreno aparece una banda plateada que, según Boime, podría representar las primeras luces del amanecer.

INTERPRETACIONES.1º) Este cuadro, junto al de la habitación del pintor, constituyen los buques insignias de los que consideran loco a Van Gogh. Según la descripción objetiva anterior, no existe absolutamente ninguna anormalidad en el cuadro. Cada elemento del mismo queda perfectamente justificado. Otra cosa es que extrañe o asombre la forma en que el firmamento está representado, pero ello es más bien la habilidad artística del pintor que sabe expresar sus sentimientos y es capaz de llamar la atención del espectador hacia lo que él quiere destacar. Eso es precisamente lo que hace que Van Gogh sea uno de las figuras más destacadas de la pintura universal, y, sin lugar a dudas, el más popular de todos los artistas.

2º) Algún gran historiador, como Meyer Schapiro, da al cuadro una interpretación religiosa, ligada a la Biblia, concretamente al Génesis (37,10), donde se cita el sol, la luna y once estrellas y considera que el cuadro fue pintado después de un período de crisis y alucinaciones religiosas.

3º) Kathleen Powers Erickson en su obra "At Eternity´s Gate", cuyo contenido es una visión de la espiritualidad de Vincent van Gogh, interpreta este cuadro como un éxtasis de la espiritualidad del artista, que recupera al final de su vida la misma fe profunda que había tenido en sus años de predicador.

4º) Albert Boime, en su magníficamente documentada obra "La Noche Estrellada" hace una interpretación absolutamente empírica, negando toda intencionalidad religiosa en el cuadro, basándose, entre otras razones en la expresión de la carta 595 "No es una vuelta a las ideas religiosas" y a su negativa a pintar cuadros religiosos. Admite la idea de que en el cuadro está representado lo infinito y lo eterno, pero no desde un punto de vista teológico, sino con un sentido cósmico.

5º) Kodera ve en el cuadro una naturaleza sacralizada que hace las veces de deidad.

6º) Wernes and Schwind relacionan el cuadro con las poesías de Walt Witman que pudieron servir de inspiración a Van Gogh y que éste recomendó leer a su hermana Wil.

7º) Ronald Pickvance considera que el cuadro no fue pintado directamente del natural, sino de memoria, copiando el paisaje de Les Alpilles y el ciprés de otros cuadros anteriores. De la torre aguzada, más propia de un paisaje holandés que provenzal, deduce que el cuadro pudiera ser el primero de los denominados "Memorias del Norte", pequeño grupo de cuadros que Vincent pintó cuando sintió la necesidad de marcharse hacia latitudes más septentrionales.

Las interpretaciones del cuadro y sus matices son muy numerosas y, a veces, contradictorias. Hay que pensar que esta obra puede considerarse como un cuadro "abierto", es decir, un cuadro que ha perdido el significado del tema representado, que ha perdido el significado que pudo tener el pintor al confeccionarlo, y que adquiere significación propia, de tal forma que la opinión del espectador no tiene necesariamente que coincidir con la del pintor.

EL AUTOR. Cuando Vincent pinta este cuadro lleva internado, por su propia voluntad, en Saint Rémy aproximadamente un mes. Se ha adaptado bien al ambiente, tiene mucho tiempo para pintar y espera su curación. No tiene, pues, ninguna intención de marcharse y así se lo comunica a su hermano. Tan sólo hace mención en alguna ocasión a la mala calidad de las comidas. Su deseo de volver al Norte, manifestado por carta y en algunos cuadros, (Memorias o recuerdos del Norte), surge más tarde, cuando, tras algunos ataques, relaciona el clima de la Provenza con su enfermedad.

Todavía no han comenzado sus pesadillas religiosas, que surgirían durante el primer ataque en Saint Rémy, un mes o mes y medio después de terminar este cuadro.

Hay que recordar el interés de Van Gogh por las lecturas literarias y científicas. Conocía los últimos descubrimientos astronómicos por el seguimiento que hacía de los artículos de divulgación que aparecían en revistas especializadas como L´Illustration, L´Astronomie, y Harpers´ Weekly. Apreciaba los trabajos de Flammarion, astrónomo muy popular en su época, equivalente en la nuestra a Francois Sagan o a Isaac Asimov. Por tanto conocía la teoría de que la Tierra forma una unidad con el cosmos, y que obedece, como los otros planetas, a las mismas leyes de Kepler, y que cuando la exploramos, es como si explorásemos los demás cuerpos celestes.

 

DESCRIPCION SUBJETIVA.

INTERPRETACIÓN DE LA CARTA 595. En esta carta Van Gogh intenta dar a su hermano unas claves para la interpretación de los dos cuadros que le envía: Paisaje con Olivos (F712; JH1740) y Starry Night. En ella explica que tanto él como Gauguin y Bernard tratan de hacer una pintura más consoladora, y que, sin ver los cuadros de los otros pintores, está seguro de los suyos tienen o expresan los mismos sentimientos; pero como sabe que Gauguin y Bernard se mueven con una iconografía religiosa, advierte a Theo que no se deje engañar por la temática de estos cuadros, pues no se trata de volver al romanticismo ni a las ideas religiosas.

Al mismo tiempo le dice a su hermano que "cuando haya visto durante algún tiempo" los dos cuadros que le envía, comprenderá lo que quiere decirle, porque evidentemente, a primera vista, el dinamismo de estas dos obras no ofrece el consuelo que pretende transmitir, ni su hermano parece encontrarlo tampoco, según se deduce de su carta T19. No es la primera vez que esto ocurre con Van Gogh, pues, por ejemplo, son necesarias sus explicaciones detalladas sobre Café Nocturno (F463; JH1575) y El Jardín del Hospital de Saint Paul (F659; JH1850) para comprender lo que desea comunicar.

VISION DE UNA NOCHE ESTRELLADA. Las personas que hayan tenido un encuentro profundo con una noche estrellada podrán comprender mejor los sentimientos que podían invadir el alma del pintor y que le llevaron a realizar este cuadro. Permítaseme que cuente una experiencia personal:

Hace varios años tuve la oportunidad de colaborar en un proyecto de desarrollo en el desierto de Majes, en Perú.

Una noche oscura me alejé del campamento en que me alojaba hasta llegar a un lugar desde donde no se viesen las instalaciones, ni se oyesen los ruidos de la civilización, ni llegasen los reflejos de las luces. Me tumbé en la arena, cara al cielo, con los ojos cerrados. Tomé consciencia de la inmensa soledad que me rodeaba, de la inmensa oscuridad en que estaba sumido, del inmenso silencio que parecía doler en los oídos. Y abrí entonces los ojos.

Me quedé maravillado de los miles de estrellas que tachonaban el firmamento, quedé embelesado de la Belleza y de la Grandeza del espectáculo, y sentí que, no solo mi mente, sino todo mi ser se llenaba de ideas transcendentes. Lo primero fue pensar en el Supremo Hacedor, en el Gran Artífice de aquella inmensa obra. Después quise pensar que era el único hombre que existía en ese momento en el Cosmos y que se enfrentaba cara a cara con él, y ante lo infinitamente grande del universo me sentí infinitamente pequeño, menos que nada, un grano de arena más del desierto. De pronto me encontré solo e indefenso en medio de la oscuridad, la soledad y el silencio del desierto. Un principio de pánico empezó a invadirme, pero, probablemente el instinto de autodefensa me hizo pensar que yo había sido creado a imagen y semejanza de Dios, que mi semejanza consistía en la capacidad de pensar y crear que Él me había transmitido. Entonces comprendí que yo era algo más que un grano de arena. Me consolé pensando que no estaba solo, que Alguien cuidaba de mí.

COMENTARIO SUBJETIVO. Imagino que la inspiración para la realización del cuadro pudo producirse de la siguiente forma:

"Un día de la segunda decena de junio de 1889, Van Gogh se despertó en su celda del hospital de Saint Paul de Mausola a las cuatro de la mañana. Lentamente puso los pies en el suelo, bostezó, y con pasos perezosos se acercó a la ventana, donde se apoyó en el alféizar con los brazos cruzados. A través de los barrotes contempló el paisaje.

Primero se fijó en las débiles luces que salían de las humildes casas de campo. Luces de lámparas de petróleo, de quinqués de alcohol o de simples candiles de aceite. Se imaginó el interior de una de esas casas. El hombre estaría echándose agua en la cara, más para terminar de despertarse que por motivos de higiene, después aparejaría las bestias para empezar a trabajar temprano y terminar a mediodía antes de que apretara el sol. La mujer trajinaba en la cocina mientras se hacía el café, cuyo aroma se extendía por toda la vivienda. En algún lugar un niño lloraba... La rutina normal de una familia campesina. Al pensar en la familia Vincent se sintió invadido de soledad y melancolía.

Continuó mirando el paisaje, acariciando con la mirada la silueta ondulada de los montes Alpilles y las formas redondeadas de los olivos, para detenerse en el ciprés, ese árbol que tanto atraía su atención, y que parecía una mano cerrada cuyo dedo índice señalaba al cielo. La contemplación de la naturaleza mitigó su melancolía. Recordó lo que había escrito a Theo: "Que la familia sea para ti lo que para mí es la naturaleza, los montones de tierra, la hierba, el trigo amarillo, el aldeano, es decir, que encuentres en tu amor por la gente, no solamente de qué trabajar, sino de qué consolarte y rehacerte cuando tengas necesidad."

Finalmente, siguiendo la dirección que marcaba el ciprés, contempló el cielo, un maravilloso cielo estrellado de una noche de verano, próxima a la mágica noche de San Juan. Y percibió el fulgor de las estrellas, y el brillo del lucero de la mañana, y el camino blanquecino de la Via Láctea. Se imaginó el giro vertiginoso de los astros en su recorrido por el inmenso cielo, y comprendió la unidad existente entre Tierra y Cosmos como decían los astrónomos, pero su sentido de la Unidad va más allá. Ve que Ciencia y Teología se unen en un panteísmo en el que el Hombre, la Naturaleza, el Universo y Dios constituyen un único Todo.

Esta revelación cósmico-teológica le hace sentir a Dios en su corazón, y su historia personal, llena de contradicciones y amarguras, adquiere una dimensión de esperanza. Pudo recordar en ese momento aquellos versículos del Génesis (15,6 y 15,7), que conocía tan bien por haber intentado traducirlo a varios idiomas, y en los que Yavéh dice a Abraham: "Mira al cielo y cuenta, si puedes, las estrellas... así será tu descendencia. Creyó Abraham y Yavéh se lo tomó en cuenta como justicia".

Van Gogh creyó cuando se hizo predicador y Yavéh se lo premió, en su momento, dándole una descendencia artística innumerable, y así como entre Dios y Abraham el horno humeante y la antorcha de fuego son signos de la divinidad, en Starry Night el ciprés constituye el fuego sin llamas que simboliza la presencia de Dios como garante de la unidad Hombre-Naturaleza-Cosmos-Dios. La torre de la iglesia, de características arquitectónicas holandesa, símbolo de la iglesia oficial de su tierra, no era, para Van Gogh, el camino mas adecuado para su encuentro con Dios.

En este sentido puede considerarse que el cuadro es un cuadro consolador."

Van Gogh había dicho que cuando tenía una terrible necesidad de religión, se iba por la noche a pintar las estrellas. Parece como si esta frase fuese biunívoca. Parece como si la contemplación de las estrellas originara una terrible necesidad de religión que se calmara con la pintura. El artista, invadido por tantos sentimientos afectivos, estéticos y religiosos tomó los pinceles y, como un autómata, como si alguien guiara su mano, pintó su gran obra maestra. Tal vez por ello nunca se dio cuenta de lo que había realizado.

Siempre me extrañó que fuese éste el único cuadro de noches estrelladas en que no apareciesen figuras humanas. Ahora creo que Van Gogh pintó mucho más. Pintó la Vida, bajo la forma de árboles, y pintó al Hombre, bajo el símbolo de su inteligencia: el fuego, cuyo reflejo se aprecia en las ventanas de las casas.

Como en muchos cuadros religiosos del barroco, se distinguen dos zonas perfectamente definidas: la tierra, de un realismo "vangoghiano", y el cielo, cargado de simbolismo, cuyas formas exageradas invitan a asociaciones extravisuales.

Como resumen podría decirse que es un cuadro muy dinámico, donde se funden naturalismo y espiritualidad, estando todo él pleno de transcendentalismo. Si bien su intencionalidad era la de pintar un cuadro esperanzador, no religioso, le fue imposible evitar que sus sentimientos se transparentaran en su obra.

(Nota Final. Siempre que se comenta este cuadro surge la polémica sobre la religiosidad de Van Gogh. El tema es realmente interesante y podría ser abordado con mayor detenimiento en una futura serie sobre los Cuadros Religiosos de Van Gogh).

José Navarro

Utrera (Sevilla) España, Agosto 1999


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